Hoy en día los profesionales entendemos que nuestros negocios no solo viven en el campo laboral si no que se extienden a nuestro ámbito social, incluso en las relaciones interpersonales. Es así como nuestras residencias se transforman en ámbitos de encuentros, reuniones laborales informales y familiares, y en ello en tratamiento del exterior de la vivienda presenta a nuestros pares una imagen de quienes somos y de lo que hacemos.
Un quincho, una piscina, la galería, escenarios insoslayables de nuestros encuentros; no basta para satisfacer las necesidades sociales de nuestros encuentros y en ocasiones la reglamentación de country o barrios cerrados no nos permiten brindar a los exteriores la imagen del potencial profesional y personal que guardamos en nosotros mismos.